El sonido de un sonajero amigurumi.

A ntes de nacer, ya hemos oído como es el mundo exterior, distinguimos la voz de nuestra madre de entre las demás, nos alteramos ante un portazo, nos tranquilizamos con sonidos suaves o música relajada... Por lo visto, con el paso de los años, el como somos, como afrontamos las diferentes situaciones, como es nuestro comportamiento ante los demás, viene muy marcado por como ha sido nuestra primera etapa de la vida. Después, durante el camino, nos ocurren cosas que también van formando nuestro carácter, pero ya somos más conscientes de ello y podemos decidir y elegir. Para esos primeros momentos, hay muchos buenos sonidos, y uno de los más agradables es el sonido de un cascabel, y si lo metemos dentro de un amigurumi con ese afán protector que los caracteriza, tendremos un accesorio que sin duda, acompañará y relajará a muchos bebés que se convertirán en grandes personas gracias a los buenos momentos obtenidos en la infancia. Los sonajeros nunca han perdido su carácter...